Recoil @ Lunario del Auditorio Nacional

14/05/10

Por Juanito el del demo

Electrónica fría, acogida por una recepción cálida, en un evento hipnótico y perfeccionista.

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Recoil, por definición, es el culatazo que da para atrás un arma de fuego al ser disparada; esa fue más o menos la sensación de tener nuevamente a Alan Wilder en México, desde aquella extática presentación de Depeche Mode en 1993 en el Palacio de los Deportes. Diecisiete años después, Wilder se mostraba muy emocionado y contento de regresar, aunque el material que lo acompañaba esta vez es notablemente menos melódico y pop que el del —ahora— trío británico.

Ciertamente, Recoil es su propio proyecto, uno que comenzara gracias al apoyo de Daniel Miller, el legendario padrino de Depeche Mode, quien en 1986 editó las composiciones de Wilder en vinilo; no obstante, se ha valido del apoyo de nombres importantes —si bien mencionados sólo en pequeños círculos de culto—, para armar piezas de gran manufactura, alejadas de las tendencias populares y de moda: Douglas McCarthy de Nitzer Ebb, Diamanda Galás, Joe Richardson, Samantha Coerbell, Siobhan Lynch, Toni Halliday de Curve, Nicole Blackman, Maggie Estep y Carla Trevaskis, han sido seleccionados por el músico quincuagenario para aderezar sus composiciones, no tanto por el nombre o la fama de estos, sino por su perfecto engranaje dentro de las estructuras sonoras que ensambla. Para el álbum recopilatorio Selected (que incluye remezclas de material lanzado entre 1994 y 2007), además de la participación de los vocalistas anteriores, Wilder se alía con Paul Kendall para la remasterización de los temas incluidos, y se apoya en una serie de imágenes seleccionadas por él mismo que acompañan a la música dentro de una obra titulada A Strange Hour with Alan Wilder & Paul Kendall, en una gira que marca la primera ocasión que Recoil sale del estudio para ofrecer presentaciones en vivo. Esto es lo que vivimos en la Ciudad de México este pasado 14 de mayo. Para más información sobre la gira, pueden visitar el sitio oficial de Recoil:

http://www.recoil.co.uk/bulletin/area.html

-Momentum

Sin duda, las secuencias musicales electrónicas ofrecidas al público bastaban para cumplir con las expectativas, pero las imágenes incluidas dentro del filme proyectado le añadieron al espectáculo la condición de memorable, gracias a su deslumbrante estética y a la perfecta sincronía con la cadencia de la música: cuadros bélicos, cuerpos eróticos, rostros acosadores, figuras abstractas… todas ellas impactantes, provocaban que el espectador contemplara la pantalla con la boca abierta. Musicalmente, el momento más emocionante fue escuchar el clásico mix de "Never Let Me Down Again", que a pesar de no parecerse tanto a la versión para radio, es perfectamente identificable para los seguidores de Depeche Mode.

-Extravagante

Además de tener como contraparte las expresionistas imágenes proyectadas sobre la pantalla central, la frialdad de la música contrastaba con la sonrisa de Wilder, quien se mostraba visiblemente complacido con el público mexicano, mientras se refrescaba con una cerveza. La manzana iluminada en el lomo de las Macintosh acentuaba la brecha temporal entre aquellos primeros órganos y sintetizadores utilizados por los creadores de música electrónica y los artistas actuales; por momentos —al reflexionar sobre el contexto—, uno se queda con la sensación de que los intérpretes tan sólo podrían oprimir el botón de "Play" en su computadora y sentarse a ver la película junto con el público mientras las secuencias musicales se reproducen. Al final, el buen Alan pidió un aplauso para su compinche Paul Kendall, pues el público, devoto a sus ídolos como siempre, endiosaba la actuación de Wilder, ignorando un poco a su invitado.

-Lamentable

En un espectáculo de tal belleza y armonía entre música e imágenes, lo único que se lamenta es que no se haya proyectado sobre un gran escenario, al estilo de aquellas funciones cinematográficas de antaño que se musicalizaban en vivo; tal vez un recinto más adecuado hubiera sido el Teatro de la Ciudad, en donde las butacas se encuentran en desnivel y los espectadores no tapan la vista al que está atrás de ellos, evitándose codazos y reproches.

Otro hecho que causó un ligero desazón fue la ausencia de Joe Richardson, quien estaba agendado para esta presentación, pero que canceló a último momento. Al final, su voz fue reproducida en una grabación, como la de todos los vocalistas arriba mencionados.

-Moraleja

Alan Wilder siempre será recordado por haber sido el cuarto integrante de Depeche Mode —el que llegó a ocupar la vacante dejada por Vince Clarke y que a su salida dejó un hueco que nunca fue reemplazado—; ese hecho le asegura una permanencia estable en la mente de los aficionados a la música electrónica y, seguramente, muchos de los asistentes entran dentro de ese perfil; sin embargo, a estas alturas, Recoil ya se ha hecho de un nombre propio, que si bien tiene inscritos en su acta de bautismo a progenitores como Kraftwerk, John Cage y los mismos Depeche Mode, ha sabido fincar un terreno que, aunque pequeño, se encuentra libre de la contaminación y la erosión que provocan los intereses comerciales.

-Cartera de Éxitos

En el setlist de esta noche, literalmente, se interpretó una selección de temas descriptivos de la trayectoria de Recoil, incluidos en el álbum compilatorio Selected, con un acoplado de los álbumes Bloodline, Unsound Methods, Liquid y subHuman; no precisamente "éxitos" —por lo menos no en el sentido convencional, de sencillos escaladores de las listas de ventas—, pero sí una buena muestra de lo mejor de su discografía.

Intro

"Prey" (Shotgun Mix)

"Want"

"Shape The Future"

"Drifting" (Poison dub)

"Strange Hours '10"

"Allelujah" (Noisy Church Mix)

"Killing Ground" (Solid State Mix)

"Never Let Me Down Again" (Aggro Mix + Digitalism Remix)

"Uranokemia"

"Warm Leatherette"

"Shunt"

"Speedy Groove"

"Black Box"

"Stalker" (Punished Mix)

"Faith Healer" (LFO Disbiliever Mix)

"Shunt"

Outro