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Una verdaderamente rara hora de Recoil en San Diego
Recoil - Noticias Recientes
Escrito por Ana Soto   
Domingo, 24 de Octubre de 2010 16:27

San Diego, California.- Poco se puede esperar de un lugar lleno de mesas y sillones, donde apenas un centenar de personas quedan repartidas entre los tres pisos y amplios espacios del recinto. Pero nunca hay que adelantarse a los hechos.

Apenas terminada la presentación de Conjure One, un enérgico Alan Wilder salta al escenario y micrófono en mano le dice a la gente que eso está muy extraño, que no tienen que quedarse ahí sentados. Los invita a moverse hacia el frente y les comenta que una noche antes, en Los Angeles, tuvieron que terminar un poco antes pero que esta noche darán algo extra. También pregunta que quiénes estuvieron en El Rey el día anterior, muchas manos se levantan. Da gusto ver al Boss interactuar de esa manera con su público, la mayoría de ellos leales fans que también acudieron durante la tarde a una tienda de discos en San Diego en la que durante dos horas Alan Wilder se dedicó a firmar discos, posters, placas de autos y cuanto material cayó en sus manos. Como siempre, para todos los fans tuvo una sonrisa e incluso se dejó soprender por un seguidor que llegó a la tienda con todo y un oloroso zorrilo.recoil en san diego

Architect regaló al público un par de remixes de Depeche Mode: Stripped y Behind the Wheel, la atmósfera se empezaba a encender y un pequeño grupo de fans ya había obedecido a Wilder y abandonaron sus sillas para instalarse de pie justo frente al escenario.

Con apenas una cuarta parte (¿o menos?) de gente que en Los Angeles justo frente a Recoil, la respuesta del público fue muchísimo mejor, aplausos, gritos, coros, cuerpos bailando sin parar. ¿Será que en verdad la pasión de México había cruzado la frontera? Eso se notaba incluso en las manos de Wilder, que la noche anterior había tomado una cerveza de lata que no parecía hacerle muy feliz, en cambio, esta velada bebía casi con orgullo una Corona, con la que brindaba una y otra vez e incluso la mostró de una manera que parecía enseñar la marca y dar su aprobación a la misma.

 

Paul Kendall, que había salido al escenario inmaculada e irreconociblemente peinado, tras unos minutos de acción frente a sus controles pronto recuperó su peculiar estilo en el cabello. Al igual que Alan parecía disfrutar enormemente esa noche.

 

La extraña hora pasó rápido, llena de energía, baile y rítmicas atmósferas sonoras, fue mucho lo que se vivió en el lugar menos esperado con la cantidad de gente menos pensada. En el video una pequeña muestra del ambiente.

recoil en san diego